Picudo rojo en palmeras en Nueva Andalucía
Picudo rojo en palmeras
En Pemangar tenemos años trabajando con el objetivo de ofrecer un servicio de calidad en el tratamiento del picudo rojo en palmeras en la localidad malagueña de Nueva Andalucía.
El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es una especie de coleóptero curculionoideo, de la familia Curculionidae,1originario del Asia tropical. Es un gorgojo de gran tamaño, entre dos y cinco centímetros. Su color rojizo ferruginoso lo hace inconfundible. La larva perfora galerías de más de un metro de longitud en los troncos. Sus plantas hospedantes son fundamentalmente de la familia de las palmeras, como el Cocos nucifera (cocotero), Elaeis guineensis (palmera del aceite) y el género Phoenix, entre ellas Phoenix canariensis (palmera canaria) y Phoenix dactylifera (palmera datilera), aunque se han constatado ataques en otras especies incluyendo el palmito Chamaerops humilis. Las plantas, cuando se ven afectadas por la plaga, sufren amarilleamiento y marchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte del pie afectado. El control de esta plaga es complicado y se utilizan diferentes técnicas preventivas o curativas, como último recurso se proceda a la eliminación de los pies afectados y los que se sospecha pudieran estarlo, para evitar la propagación del insecto.
El picudo rojo se ha extendido a numerosos países, de África, Europa y América, ajenos a su área de distribución natural debido al transporte antrópico.
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Presencia en España
La plaga apareció por vez primera en 1993, en España, en Almuñécar. Tanto aquella vez como en las posteriores introducciones en diversos puntos de Andalucía oriental, Murcia y la Comunidad Valenciana, ha llegado a través de palmeras infectadas procedentes de Egipto u otros países del norte de África. La especie es originaria del sureste asiático.
Está afectando actualmente a todas las palmeras de las áreas más cercanas a la costa de los países del sur de Europa.
En 2005, la plaga se detectó en el palmeral de Elche, considerado el mayor palmeral de Europa. En las islas Canarias amenaza Phoenix canariensis (palmera canaria), joya del archipiélago que podría verse en peligro si la plaga sigue avanzando. En América se reporta en las Antillas Holandesas (2009) y California, EE.UU. (2010) (NAPPO, 2009; NAPPO, 2010). a primeros de 2011 llega al estado de Florida en California.
En verano de 2011 la plaga afectó a la ciudad de Jerez de la Frontera, afectando más de 200 palmeras; la Junta de Andalucía colaboró con la ciudad para buscar medidas urgentes contra este insecto.La plaga también ha afectado al Parque de Málaga, donde 16 palmeras centenarias fueron declaradas muertas3 en marzo de 2014, perdiendo la linealidad del parque. El insecto también afecta a otra buena cantidad de palmeras en el mismo recinto. En Córdoba capital y provincia se están dando numerosos casos de palmeras afectadas por este insecto. A este ejemplo en 2014, se suma otro locus del coleóptero en Badajoz, teniendo que tomar medidas el Gobierno Local, no dejando plantar palmeras hasta el año 2017.
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Ciclo biológico
Después de alcanzar el estadio final, la larva se envuelve en un capullo que construye con fibras de la propia palmera, donde se convierte en pupa para completar su reorganización física y convertirse en el insecto adulto tras el proceso de metamorfosis. Este proceso puede tardar de menos de una semana a varias semanas, dependiendo de las condiciones medioambientales.
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Introducción
La vida media de este coleóptero, en el estadio adulto, oscila entre 45 y 90 días, dependiendo de las condiciones de su entorno: climatología, alimentación, etc. Desde que eclosiona del huevo hasta su muerte tiene una vida media de entre 130 y 200 días.
El picudo rojo completa su ciclo biológico dentro del mismo hospedador, sin necesidad de cambiar de palmera hasta que esta ha sido destruida en su totalidad, es decir, hasta que el animal se queda sin alimento suficiente para la cría de la nueva estirpe o para el crecimiento del individuo. El imago o individuo adulto manifiesta una intensa actividad diurna; es entonces cuando sale en busca de nuevos ejemplares de palmera para infectarlas y depositar los huevos de las nuevas generaciones. Las palmeras afectadas por este insecto suelen ser la palmera datilera (Phoenix dactylifera), la palmera canaria (Phoenix canariensis), el cocotero (Cocos nucifera) y la palmera de Guinea (Elaeis guineensis). En el plazo de un año este escarabajo es capaz de completar hasta 3 ciclos biológicos.
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Oviposición
Tras la fecundación, la hembra adulta es capaz de depositar entre 300 y 500 huevos de forma aislada, a través de orificios producidos por ellas mismas en la búsqueda de alimento o bien aprovechando las hendiduras o heridas de la propia palmera. Estos gorgojos son sensibles a las kairomonas que desprenden las palmeras como resultado de heridas o podas sin tratar, por lo que no les resulta muy difícil encontrar nuevos hospedadores. La puesta se produce en los tallos terminales de la planta y en el tejido blando de la bases de las hojas. En la ovoposición, las hembras doblan los tarsos hacia arriba y se anclan al tejido con las espinas de las tibias apoyándose en el tercer par de patas hasta poner en contacto el ovipositor con el sustrato. Después los huevos quedan protegidos y fijados con una secreción producida por ellas mismas. Según M. M. Martín y T. Cabello, las hembras producen una puesta media de 211,1 huevos, de los cuales un 78,02% eclosiona en un periodo de 3,35±0,27 días, dando lugar a las larvas ápodas. El huevo, de color blanquecino, cilíndrico, brillante, tiene forma ovalada y mide de 1 a 2,5 mm. En la parte posterior de dichos huevos aparecen unas estructuras llamadas opérculos.
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Larvas
Las larvas neonatas son de color amarillo blanquecino, segmentadas, ápodas (sin patas), y presentan una gran cápsula cefálicaquitinosa, de color más pardo que el resto del cuerpo. Constan de unas potentes mandíbulas cónicas horizontales, con las que excavan galerías desde las axilas de las hojas hasta la corona, en cuyo interior se alimentan vorazmente. Estos insectos permanecen en el estadio larval una media de 95,53±1,63 días, teniendo en cuenta los resultados de la investigación, pero puede variar ya que esta fase está muy influenciada por la temperatura. Durante el transcurso de este periodo, las larvas experimentan un crecimiento considerable, ya que pasan de medir apenas 2 milímetros a los 5 centímetros. La tonalidad del cuerpo también cambia un poco, pasa de tener un color blanquecino brillante a un blanco amarillento opaco. Una vez completado el desarrollo larvario, construyen un capullo con fibras extraídas de las galerías de la palmera, en cuyo interior sufren una metamorfosis completa y pasan al siguiente estadio. Los capullos tienen una longitud de 4 a 6 cm y se localizan en la base de los árboles.
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Pupa
La pupa, de color rojo–marrón oscuro, se forma dentro del capullo formado por fibras de la palmera. En ese estado, el picudo sufre una metamorfosis, un último cambio antes de alcanzar el estadio adulto. Esta fase puede durar entre 15 y 30 días. Este valor es similar a los 27,83±3,13 días señalado por M. M. Martín y T. Cabello, pero hay que tener en cuenta una vez más que estos periodos están determinados por la temperatura. Una vez terminado el periodo de pupación, el adulto puede permanecer unos cuantos días más dentro de ese capullo fibroso.
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Adulto
El insecto adulto se desplaza caminando y volando, siendo capaz de alcanzar largas distancias. No obstante, permanecerá en la palmera inicialmente atacada si todavía dispone de material vegetal para su alimentación. En caso contrario, y atraídos por los olores que desprenden las palmeras con heridas, colonizarán ejemplares no infestados. De esta manera comenzará un nuevo ciclo biológico, se producirán más fecundaciones, otras ovoposiciones, eclosiones, etc. El macho se suele diferenciar de la hembra, no solo por su tamaño, que suele ser inferior, sino también porque en la parte superior del pico, junto a la boca, consta de una pequeña tira de pelos.
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Remedios contra la plaga
Hace más de 10 años que llegó esta plaga a España y la comunidad andaluza, la catalana y sobre todo la valenciana parece que están poniendo interés en estudiar soluciones para el problema, pero las pruebas de efectividad de los remedios se alargan mucho y aún no se ha encontrado una solución definitiva. El uso de parásitos para acabar con el picudo rojo demuestra su efectividad. Los expertos logran una alta mortalidad en la plaga que arrasa las palmeras del municipio de Murcia. Hoy en día, siguiendo un protocolo adecuado y la unión de varios métodos, se logra reducir y recuperar por completo las palmeras afectadas, que no tengan la yema apical cortada por la larva. Con la utilización mediante endoterapia vegetal y aplicaciones foliares tipo ducha y constante seguimientos, se obtienen muy buenos resultados. Recientemente, se ha conseguido avanzar en el control de esta plaga mediante el uso de agentes biológicos inocuos para el entorno mediante el uso del hongo Beauveria bassiana.
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Síntomas para detectar infección
Normalmente la infección en las palmeras afectadas suele detectarse aproximadamente al año de su contagio. Es entonces cuando las señales de peligro se hacen más evidentes y cuando debemos aplicar el tratamiento contra el picudo rojo para poder salvarlas a tiempo. Algunos de los síntomas que presentan las palmeras afectadas sonː
- Decaimiento de las hojas.
- Se debilita el ojo de la palmera.
- Presencia de galerías excavadas en el punto de inserción de las hojas.
- Aparecen capullos de dicho insecto.
- Hojas sanas y verdes aparecen colgando (como si se hubieran medio cortado).
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